TURQUESA VANGUARDISTA
El futuro de las organizaciones empresariales. Dinámicas y métodos para el trabajo en equipo y el autoconocimiento
Prefacio de Andrea Pamparana
El posible manifiesto
El libro de Massimiliano Fanni Canelles, antes de entrar en el meollo de las cuestiones que pretende abordar, introduce al lector con una cita: "La antigua teoría de la organización científica del trabajo consistía en concebir el pensamiento organizativo sólo a través de estructuras y procedimientos; ahora resulta que el espíritu humano es la mejor herramienta de integración para afrontar la complejidad".
El autor de esta reflexión, que considero importante sobre todo por su extraordinaria actualidad, es Michel Crozier, sociólogo y politólogo francés, profesor del Instituto Sciences Po de París, nacido en 1922 y fallecido en París el 24 de mayo de 2013. Politólogo que dedicó su vida como estudioso en particular al comportamiento organizativo. Fundador y director del Centre de sociologie des organisations y de otras importantes instituciones, tanto en Francia como en las prestigiosas universidades de Harvard, Nanterre y California, centró sus investigaciones en el fenómeno de la burocracia y en el análisis de los fenómenos de movilidad profesional y de los factores que se resisten a la innovación. Su análisis preciso, diría que microscópico, de la concentración de poder en la organización burocrática es formidable en este sentido, destacando cómo la fractura entre la cúpula y la base se debe principalmente a la aplicación discrecional de las normas y reglamentos en beneficio de la cúpula. Por ello, Crozier propuso la introducción de procedimientos para hacer imparcial la aplicación de las normas, con el fin de hacer más elásticas las estructuras.
Los trabajos de Massimiliano Fanni Canelles se inscriben acertadamente, y yo añadiría que con pleno mérito, en el surco de este enfoque, aplicándose sobre todo al ámbito de la organización sanitaria, de gran actualidad.
Massimiliano no es sociólogo ni politólogo. Es un médico que, en este dramático año de la pandemia, ha trabajado como jefe adjunto del servicio de urgencias del hospital Franz Tappeiner de Merano, entonces en primera línea de la batalla diaria contra el Covid-19, en una zona de Italia muy afectada por la emergencia del coronavirus. Periodista y ensayista, profesor de la Universidad de Bolonia en el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales, donde enseña cooperación sanitaria internacional.
Conocí a Massimiliano en una reunión organizada por Loris Comisso, un incansable organizador de eventos, en persona pero estos días también en línea, relacionados con la formación profesional de los directivos en diversos ámbitos. Enseguida capté en Massimiliano un aspecto que para mí es fundamental en la evaluación de un médico: la empatía, la capacidad de ponerse del lado del paciente, de compartir con él la batalla común para lograr lo que el gran psicólogo argentino Antonio Damasio define como homeostasis, o búsqueda del bienestar.
Massimiliano es un hombre de trinchera, en el verdadero sentido de la palabra. En 2004 fundó la Asociación @uxilia onlus, y desde 2014 es presidente de la Fundación Auxilia, especializada en cooperación sanitaria y diplomacia internacional, especialmente en países envueltos en conflictos armados, con la construcción de centros de salud y hospitales.
El protagonista de este volumen es Teal. ¿De qué se trata? Técnicas de gestión transversales asociadas a las caracterizaciones conductuales del eneagrama y a la lógica de la gamificación, es decir, la aplicación de dinámicas propias del juego en contextos no lúdicos. Términos difíciles, por supuesto. En la primera lectura es incomprensible para los no expertos. Por ello, la curiosidad por saber de qué se está hablando debe prevalecer y empujar al lector a profundizar en un tema que, le aseguro, está de plena actualidad. Una organización Teal, como explica claramente el autor, "en la que lo que importa ya no es el éxito del individuo, sino la persona en su totalidad y autenticidad, en la que la jerarquía queda relegada, dando paso a las relaciones entre pares, y en la que los individuos pueden compararse a las células de un organismo vivo capaz de autoorganizarse y de desarrollar relaciones profundas".
A Massimiliano le encanta escribir, y se nota. Trata un tema complejo de forma científica, al fin y al cabo es un médico, un científico, pero no descuida la amenidad de la buena escritura que permite fluir por las páginas de este libro sin miedo a cansarse, pero con la intención siempre presente de crear un mayor interés y un deseo de mayor conocimiento de los temas por parte del lector.
Desde las primeras páginas, también podemos identificar el manifiesto "político" de Maximiliano, donde explica que "la gratificación te libera de los condicionamientos de la masa y te permite superar las frustraciones, pero sobre todo genera una mayor capacidad crítica que te permite analizar mejor la información".
¿Utopía? Tal vez, pero como explica el filósofo Roberto Mordacci (2020), el mundo contemporáneo necesita absolutamente pensar en el futuro como una buena posibilidad. Superada la ilusión de que el progreso se produce automáticamente por el destino o por la necesidad histórica o tecnológica", escribe Mordacci, "tenemos la tarea de imaginar estructuras y relaciones sociales menos injustas, menos autodestructivas, más habitables, aunque no sean perfectas".
Este libro debería formar parte de los libros de texto de los gestores que participan en la organización de la sociedad. Sólo así la palabra burocracia podrá recuperar su verdadero significado original, tal como la concibió en 1750 el economista de Gournay, y quedar limpia de las incrustaciones que hoy la convierten en uno de los males de nuestra sociedad.
Andrea Pamparana
